martes, 27 de septiembre de 2011

El adiós a María Susana






El 3 de julio Assunta vivió uno de los momentos más tristes que experimenta el ser humano, su sobrina María Susana dejaba este mundo terrenal. A ella con todo cariño su tía y los integrantes de LUZ VERDE les dedican este programa.
Señor ¿ tiene que morir alguien para que se acerquen amigos y parientes?
Señor ¿tiene que morir alguien para que nuestro corazón endurecido se enternezca?
Señor ¿tiene que morir alguien para comprender que nuestra soberbia no sirve para nada?
Señor ¿tiene que morir alguien para darnos cuenta que de nada sirve acumular bienes y hacer ostentación, si en esa caja que recogerá nuestros despojos nada llevaremos?


Cacha: tú conocías muy bien a tu tía Nené, ambas sentíamos y nos unía un cariño muy especial, si bien no nos veíamos asiduamente (a las personas que se quiere de verdad siempre se las lleva en el corazón) cada vez que nos encontrábamos, afloraba ese cariño, lo sentíamos en la piel, en las caricias, en los chistes, en las risas, en los abrazos y en los besos que nos dábamos.


Tú sabías muy bien que tenías un lugar de privilegio en el corazón de tu tía.
Tenía una forma muy particular de demostrarme tu cariño, haciendo y diciendo cosas para que yo simulara un enojo que siempre terminaba en un abrazo y en "te quiero mucho tía Nené".
Se que desde el más allá te estarás sonriendo, no porque hayas muerto diré que eras un dechado de virtudes no, porque como toda persona, tenías tus rebeldías, tu manera de pensar y tus defectos, pero también tenías tus principios. Tus defectos tu tía Nené no los vió o no los supo ver o no los quiso ver, porque siempre la comprabas con tu risa cantarina y tu afecto, las veces que venías a su casa la llenaste de alegría porque, toda tu eras un cascabel.


Tú y yo sabíamos muy bien de nuestros problemas, panas y alegrías, que quedaban al descubierto en nuestras descarnadas charlas, donde cada una abría su corazón a la otra.
Tu recuerdo me acompañará siempre, te veré cada vez que mire los adornitos que confeccionaste para los quince años de Luz Verde, cuando evoqué la noche del casamiento de Mauricio, cuando acaricié las miniaturas que me regalabas, y cuando miré las fotos de la reunión de mis 70 años, estuviste de lo más alegre y cariñosa esa noche, y la enfermedad solapadamente ya estaba haciendo su trabajo destructivo para acabar contigo tan solo 2 años después.


Fuiste esposa, hija y madre, amaste a tu esposo, cuidaste a tus hijos, fuiste una mujer decidida, manejaste tu hogar de acuerdo a tus convicciones y supiste gozar de las posibilidades que te regaló tu trabajo y gozaste las pequeñas cosas de la vida.


El día que Dios tenía señalado para ti, llego el domingo 3 de julio a las 6,30, bien temprano te dormiste en los brazos de Jesús, José y María, a esa hora San Pedro abría las puertas del cielo para que tú entraras, tenías solo 40 años, dos días después cumplirías 41.


Este Grupo de LUZ VERDE, que prácticamente es una familia, ruega a Dios, dé a tus padres, a tu hermano y demás familiares la aceptación cristiana.
A tu esposo, a ese hombre callado pero firme, que vivió y sufrió con entereza todo este tiempo, a ese hombre que la noche de tu cumpleaños le dijo a tu tía "yo sabía que se iba, pero no creí que sería tan rápido"; le decimos no pierdas la fe, préndete a Dios y toma el timón de tu hogar, tú puedes hacerlo, guía a tus hijos tal como lo hizo su madre. A esos hijos le decimos: sigan por el camino que les marcó su mamá, ella desde el cielo guiará sus pasos.


Para tí Cacha la paz y la vida que viene desde ese Cristo clavado en la Cruz que nos abre sus brazos.
ADIOS CACHA

A SU ALMA PAZ ETERNA, DA SEÑOR DIOS DE LA MISERICORDIA

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