lunes, 29 de agosto de 2011

Testamento del General José Francisco de San Martín


Dice así:

En el nombre de Dios Todopoderoso a quién reconozco como hacedor del universo:

Digo yo, José de San Martín, Generalísimo de la República del Perú y Fundador de su libertad, Capitán General de la de Chile, y Brigadier General de la Confederación Argentina, que visto el mal estado de mi salud, declaro por el presente testamento lo siguiente:

PRIMERO:
Dejo por mi absoluta heredera de mis bienes, habidos y por haber a mi única hija Mercedes de San Martín actualmente casada con Mariano Balcarse.

SEGUNDO:
Es mi expresa voluntad que mi hija suministre a mi hermana María Elena, una pensión de mil francos anuales y a su fallecimiento, se continúe pagando a su hija Petronila, una de 250 hasta su muerte, sin que, para asegurar este don que hago a mi hermana y sobrina, sea necesaria otra hipoteca, que loa confianza que me asiste de mi hija y sus herederos cumplirán religiosamente esta mi voluntad.

TERCERO:

El sable que me ha acompañado en toda la guerra de la Independencia de la América del Sud, le será entregado al general de la República Argentina Don Juan Manuel de Rosas, como una prueba de la satisfacción, que como argentino he tenido al ver la firmeza que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los extranjeros que tratan de humillarla.

CUARTO:

Prohibo el que se me haga ningún género de funeral, desde el lugar en que fallecera, se me conducirá directamente al cementerio, sin ningún acompañamiento, pero sí desearía, el que mi corazón fuese depositado en el de Buenos Aires.

QUINTO:
Declaro no deber ni haber jamás debido nada a nadie.

SEXTO:


Aunque es verdad que todos mis anhelos no han tenido otro objeto que el bien de mi hija amada, debo confesar que la honrada conducta de ésta, y el constante cariño y esmero que siempre me ha manifestado, han recompensado con usura, todos mis esmeros haciendo mi vejez feliz. Yo le ruego continúe con el mismo cuidado a la educación de sus hijas ( a las que abrazo con todo mi corazón), que a su vez quiera tener la misma suerte que yo he tenido, igual encargo hago a su esposo, cuya honradez y hombría de bien no ha desmentido la opinión que había formado de él, lo que me garantiza continuará haciendo la felicidad de mi hija y nietas.

SÉPTIMO:

Todo otro testamento a disposición anterior al presente queda nulo y sin ningún valor.
Hecho en París a veintitrés de enero del año mil ochocientos cuarenta y cuatro, y escrito todo el de mi puño y letra.

José de San Martín

ARTÍCULO ADICIONAL:

Es mi voluntad que el Estandarte que el bravo español Francisco Pizarro tremoló en la conquista del Perú sea devuelto a esa República
( a pesar de ser una propiedad mía ) siempre que sus gobiernos hayan realizado las recompensas y honores con que me honró su primer Congreso.

EL TESTAMENTO DE SAN MARTÍN CONSTITUYE OTRA CUMBRE ÉTICA DE DE UN MAESTRO DEL RENUNCIAMIENTO.

"FUE LO QUE DEBÍA SER Y ANTES QUE SER LO QUE NO DEBÍA SER PREFIRIÓ NO SER NADA.
POR ESO VIVIRÁ EN LA INMORTALIDAD"

Bartolomé Mitre

Argentinos del siglo XXI conocen esta parte de nuestro pasado histórico?

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